Mitchele Vidal | @imagenesurbanas

sábado, 8 de noviembre de 2008

Galerías Los Naranjos

Fotografía tomada del blog www.baldovi.net/blogspot/tetoca.jpg

Anoche, salí feliz de haber participado en un enriquecedor seminario sobre “Las Intervenciones culturales en la renovación de las ciudades” organizado por Cultura Chacao. Plena de ideas exitosas realizadas en distintas ciudades de Latinoamérica y España incluido el nuestro gracias a la Alcaldía de Chacao. (Mas adelante relataré mi experiencia en este seminario).

Me dirigí al C.C. Galerías Los Naranjos en El Cafetal. Al bajarme del carro y caminar por el paso peatonal hacia el ascensor, una camionetota piloteada por una señora casi me atropella; lo peor es que me respondió “de nada”, cuando en mi estupor le di las gracias por no dejarme pasar.

Cansada de esperar por unos ascensores que tardan mas en llegar que el 2012 subí por las escaleras, entonces, me encontré con una niñita de 3 años que casi se cae al bajar porque se le había salido una de las sandalias. Me dispuse a ayudarla pero su mamá le gritó “APÚRATE”, mirándome con rabia.

Me iba a las 9:00pm después de dar algunas vueltas. Fue cuando me di cuenta que -justo después de la salida del cine- había sólo una taquilla de pre-pago del estacionamiento con un cobrador, así que en la cola estábamos, resignadas, unas 30 personas. Lo peor es que allí hay unas máquinas de pago, pero ¡OH, sorpresa! ¡A estas alturas del año, no aceptan billetes ni monedas fuertes!, o sea, que todo aquel que intentaba pagar por esa vía se sumaba a la cola. Cuando estaba a punto de alcanzar mi turno al pago, hubo que cambiar la cinta de los tickets. Mientras tanto, el único cajero gozaba un puyero -como decía mi abuelita cuando existían las puyas pero no los celulares- mandando y recibiendo mensajes de texto. Fue allí cuando apareció una señora llorando y nos pidió que la dejáramos colearse porque tenía una emergencia. Como advirtió incredulidad en los rostros de los que hacíamos estoicamente la cola, nos contó que la habían golpeado con fuerza en la cabeza mientras bajaban la santamaría del auto mercado Plaza’s. La verdad, es que sin duda, la pobre tenía la frente roja, rojita.

Salí cabizbaja. En poco más de una hora y en una zona que se supone “segura” casi me atropellan y encima se burlan; me fulminaron con la mirada por ayudar a una niña a bajar la escalera; me cobraron 20 minutos de más por aguantar parada el humo y el calor de un estacionamiento y, por si fuera poco, oí el testimonio de una señora que fue brutalmente golpeada con una reja mientras salía del auto mercado al grito de ¡partida! al que acuden en tropel muchos empleados hartos de trabajar hasta las 9:00pm.

Definitivamente, es URGENTE la humanización de nuestra ciudad.

7 comentarios:

  1. Te la digo
    te la digo
    te la vuelvo a repetir
    te la digo 20 veces
    y no me quieres creer
    (y no lo sabes decir)

    Para humanizar Caracas hay mucha tela que cortar!

    Y "lo mas pior" es que por estos dias tenemos que calarnos a unos caraquistas alzados!!!

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  2. El viernes pasé por un percance similar: más de media hora de cola para comprar un kilo de café en Éxito, y todo por un rollito de papel de una máquina registradora. Terminó en un motín popular. Estoy por creer que esto de los rollitos de las cajas registradoras no es sino un boicot para arruinarnos la fama a los venezolanos que sale en el libro Guiness de récords que somos los seres más felices del planeta.

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  3. Enrique: tú como que eres del Magallanes...

    Adriana: Tú como que eres fascista, golpista, antipatriótica, ¡si lo mejor de la revolución es que hacer cola para todo es que es muy democrático!

    Besos dobles,

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  4. Hay que re-humqanizarnos urgentemente. Pero, ¿cómo? No dejo de preguntármelo. Creo que mientras encontramos la respuesta, hay que fajarse por no contagiarse con la epidemia de la deshumanización, porque eso es, una peste: como en la Peste Negra de 1348, como en la novela de Albert Camus, se extiende con rapidez, ataca al azar y masivamente, nadie sabe de dónde apareció y cuándo terminará, los mejores recursos de los sabios no funcionan, y trastoca lo que le queda de moral a la sociedad. Hay que hacer lo posible porque esta peste no entre a nuestras casas ni a nuestros espíritus. Crear un círculo sanitario en torno a nosotros.

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  5. Anónimo22:32:00

    Te entiendo perfecto Mitchelle. Lo más triste es que creo que estamos llegando a un punto que hace posible escribir un recuento así casi todos los días...estamos locos...y a veces nos hacemos los locos para no ver la realidad. Qué malvivir ...

    Saludos

    GB

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  6. Bueno Mitch, lo peor es que hay quienes se acostumbran a que los acontecimientos de tu relato sean "normales".

    Pero te faltó llegar a la casa y tener a un vecino con el "jom titer" a todo volumen con plomo parejo y un jueguito de "sofbol cervecero" hasta las 11:00 PM frente a la ventana de tu cuarto.

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  7. Ánimo Mitchele, que es necesario insistir en la calidad de vida en la ciudad, sólo reflexión y acción positiva crean cambios, tambié hay que revisar el respeto que los vecinos deben observar, de la violación de los derechos vecinales tengo muchos cuentos oídos y vividos. Tu blog ayuda mucho sobre estos tópicos urbanos.
    Un beso,
    Olga Fuchs

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